¿Qué es un problema de lenguaje? (Preguntas Frecuentes)
¿Qué es un problema de lenguaje?
Aquella dificultad que presenta una persona en alguna o varías áreas se lenguaje:
Habla:
Incluye los problemas de articulación (dificultad para decir los sonidos de las palabras, por ejemplo “topa” por “sopa” o “lana” por “rana”). También se encuentran los problemas relacionados a la voz (tono muy alto o bajo) y la fluidez (habla muy rápida o muy lenta ya sea al hablar o leer).
Lenguaje expresivo:
Todo lo referente a cómo estructuramos nuestras ideas al hablar, el vocabulario que empleamos, el uso de reglas sociales durante la conversación (toma de turno, seguir el tema de la conversación, sostener la mirada durante la conversación, etc.), yla coherencia y cohesión en nuestra habla.
Lenguaje comprensivo:
Poder seguir instrucciones; poder responder preguntas de qué, quién, cómo, cuándo, por qué, para qué, etc.
¿Cuándo acudir con el terapeuta de lenguaje?
Existen algunos indicadores que te ayudarán a saber si tu hijo o hija necesita terapia de lenguaje.
Si tu hijo o hija presentó antecedentes de riesgo al nacer como: hiperbilirrubinemia, asfixia al nacer o prematurez.
Si cuenta con un diagnóstico de Síndrome de Down, Autismo, Labio-paladar hendido, hidrocefalia, epilepsia, Trastorno por Deficit de Atención con o sin Hiperactividad, hipoacusia, retraso psicomotor, daño neurológico, etc.
Si tiene 18 meses y aún no dice su primera palabra o su vocabulario es menor a 10 palabras o sólo señala y hace gestos para comunicarse.
Si tiene 2 años y para expresarse solamente usa una palabra. Por ejemplo, si quiere leche te dice “leche” en vez de pedirte “mama leche” o “dame leche” o “quiero leche”.
Si a los tres años no emplea oraciones simples de tres palabras empleando verbos cotidianos. Por ejemplo: mama quiero leche, quiero más agua, vamos a dormir, ese no me gusta, mira un perro, etc.
Si a los tres años solo la familia más cercana entiende lo que dice pero no le entienden los demás o al realizarle preguntas te da una respuesta que no va acorde con el tema.
Si a los tres años no puede pronunciar palabras con el sonido: /k/ (en vez de cama dice tama), el sonido /s/ (en vez de sapo dice papo o chapo o tapo, o en vez de pastel dice patel), el sonido /l/ (en vez de luna dice nuna), el sonido /p/ o /m/ o /b/ al inicio de una palabra no lo emite (en vez de vaca dice aca o en vez de pato dice ato).
Si a los cuatro años al expresarse su lenguaje no es casi parecido al de un adulto diciendo cosas como “Hoy no fue María a la escuela o mi papá me compró un carrito o mamá no encuentro mis zapatos o mañana vamos a pintar en la escuela”.
Si a los cuatro años no logra iniciar o mantener una conversación.
Si a los 6 años presenta dificultades para pronunciar algún sonido (a está edad ya están adquiridos todos los sonidos del habla).
Si presenta dificultades en el aprendizaje como no lograr adquirir los conocimientos esperados, no ha podido aprender a leer ni escribir, no sabe realizar operaciones básicas (suma, resta, división, multiplicación), no puede resolver problemas matemáticos porque no los comprende, al escribir omite letras o las invierte, invierte números, al leer un texto no es capaz de responder preguntas sobre éste.
Aquella dificultad que presenta una persona en alguna o varías áreas se lenguaje:
Habla:
Incluye los problemas de articulación (dificultad para decir los sonidos de las palabras, por ejemplo “topa” por “sopa” o “lana” por “rana”). También se encuentran los problemas relacionados a la voz (tono muy alto o bajo) y la fluidez (habla muy rápida o muy lenta ya sea al hablar o leer).
Lenguaje expresivo:
Todo lo referente a cómo estructuramos nuestras ideas al hablar, el vocabulario que empleamos, el uso de reglas sociales durante la conversación (toma de turno, seguir el tema de la conversación, sostener la mirada durante la conversación, etc.), yla coherencia y cohesión en nuestra habla.
Lenguaje comprensivo:
Poder seguir instrucciones; poder responder preguntas de qué, quién, cómo, cuándo, por qué, para qué, etc.
¿Cuándo acudir con el terapeuta de lenguaje?
Existen algunos indicadores que te ayudarán a saber si tu hijo o hija necesita terapia de lenguaje.
Si tu hijo o hija presentó antecedentes de riesgo al nacer como: hiperbilirrubinemia, asfixia al nacer o prematurez.
Si cuenta con un diagnóstico de Síndrome de Down, Autismo, Labio-paladar hendido, hidrocefalia, epilepsia, Trastorno por Deficit de Atención con o sin Hiperactividad, hipoacusia, retraso psicomotor, daño neurológico, etc.
Si tiene 18 meses y aún no dice su primera palabra o su vocabulario es menor a 10 palabras o sólo señala y hace gestos para comunicarse.
Si tiene 2 años y para expresarse solamente usa una palabra. Por ejemplo, si quiere leche te dice “leche” en vez de pedirte “mama leche” o “dame leche” o “quiero leche”.
Si a los tres años no emplea oraciones simples de tres palabras empleando verbos cotidianos. Por ejemplo: mama quiero leche, quiero más agua, vamos a dormir, ese no me gusta, mira un perro, etc.
Si a los tres años solo la familia más cercana entiende lo que dice pero no le entienden los demás o al realizarle preguntas te da una respuesta que no va acorde con el tema.
Si a los tres años no puede pronunciar palabras con el sonido: /k/ (en vez de cama dice tama), el sonido /s/ (en vez de sapo dice papo o chapo o tapo, o en vez de pastel dice patel), el sonido /l/ (en vez de luna dice nuna), el sonido /p/ o /m/ o /b/ al inicio de una palabra no lo emite (en vez de vaca dice aca o en vez de pato dice ato).
Si a los cuatro años al expresarse su lenguaje no es casi parecido al de un adulto diciendo cosas como “Hoy no fue María a la escuela o mi papá me compró un carrito o mamá no encuentro mis zapatos o mañana vamos a pintar en la escuela”.
Si a los cuatro años no logra iniciar o mantener una conversación.
Si a los 6 años presenta dificultades para pronunciar algún sonido (a está edad ya están adquiridos todos los sonidos del habla).
Si presenta dificultades en el aprendizaje como no lograr adquirir los conocimientos esperados, no ha podido aprender a leer ni escribir, no sabe realizar operaciones básicas (suma, resta, división, multiplicación), no puede resolver problemas matemáticos porque no los comprende, al escribir omite letras o las invierte, invierte números, al leer un texto no es capaz de responder preguntas sobre éste.
¿Qué puedo hacer para
estimular el lenguaje de mi hijo o hija?
Lo principal es
hablarle a tus hijos lo más que puedas, para aprender a usar el lenguaje
debemos de estar en contacto con él el mayor tiempo posible. Aunque tu hijo o
hija aún no hablen o hablen poco tú cuéntales lo que está pasando, qué estás
haciendo, describe las acciones y los objetos, usa diferentes tonos de voz o
una volumen diferente para resaltar palabras clave.
Responde a lo que tu
hijo o hija diga, aunque sólo sea un sonido dale una respuesta, de esta manera
tu hijo o hija se motivará a hablar más para tener tu atención y continuará
empleando su voz para interactuar contigo.
Repite varias veces
la palabra que quieras enseñarle a tu hijo empleándola en varios contextos, por
ejemplo a la hora de comer puedes decir “¿Qué comeremos hoy, una manzana o un plátano? Tengo antojo de
una rica manzana. Mira que bonita es
esta manzana, es roja y chiquita. La
manzana es la fruta favorita de
mamá. Voy a buscar un cuchillo para cortar la manzana y darte un poquito. Ten esta manzana, está muy dulce, mmm qué rica manzana te dio mamá”.
¿Con qué frecuencia
debe de acudir mi hijo o hija a terapia?
Después de realizar
una valoración el terapeuta de lenguaje te dará una devolución sobre las áreas
a trabajar con tu hijo y te ofrecerá una sugerencia del número de sesiones por
semana y el tipo de sesión (individual o grupal) considerando tu economía, las
actividades extracurriculares de tu hijo o hija, la personalidad de tu hijo o hija,
las habilidades lingüísticas que posee hasta el momento tu hijo o hija, cómo se
adapta a la sesión y ritmo de trabajo, etc. Frecuentemente se sugieren dos
sesiones a la semana.
¿En cuánto tiempo
superará mi hijo o hija su problema de lenguaje o aprendizaje?
No se puede
determinar el tiempo que le tomará a un niño o niña superar un problema de
lenguaje o aprendizaje ya que depende en gran parte de cómo está respondiendo
el niño o niña a la terapia y el apoyo que está teniendo o no en casa. Lo más
importante para que la terapia sea efectiva y dé resultados es el trabajo que
se haga en casa, no basta el tiempo de terapia (una o dos horas a la semana)
para que el niño o la niña consolide lo aprendido.
¿Qué podría ocurrir
si detecto que mi hijo presenta problemas de lenguaje o aprendizaje pero no lo
llevo a terapia?
Es cierto que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y aprendizaje, hay niños que aprender a caminar antes del año y hay quienes lo hacen un poco después o hay niños a quienes se les facilitan las matemáticas. Todos los niños son únicos por lo que su maduración tanto física, mental y emocional va a variar en comparación con sus pares, por esta razón en ocasiones los padres o tutores no le dan mayor importancia a los retrasos de lenguaje o problemas académicos.
Sin embargo, lo más recomendable es acudir a un especialista para que realice una valoración del niño o niña y determine si las dificultades que presenta son esperadas para su proceso madurativo o si presenta un problema de lenguaje o aprendizaje. En caso de tener un diagnóstico afirmativo sobre un problema de lenguaje o aprendizaje la intervención temprana es la clave para que tu hijo o hija pueda superarlo en menos número de sesiones y con el menor impacto posible en su vida personal y social.
¿Cómo puedo saber si
la persona que le dará terapia de lenguaje a mi hijo o hija está capacitado
para ello?
Los especialistas para atender los problemas de habla, lenguaje, comunicación y aprendizaje pueden tener una formación en carreras como logopedia, terapia de lenguaje, fonoaudiología o comunicación humana.
Es importante que la
persona que atienda a tu hijo o hija esté capacitada para ello, en ocasiones
otros profesionistas ofrecen sus servicios para dar terapias de lenguaje o de
aprendizaje, la diferencia entre ellos y un especialista radica en la formación
que cada uno tuvo.
Los terapeutas de lenguaje estudiaron entre 4 a 5 años todo lo relacionado a los procesos de habla, lenguaje, comunicación y aprendizaje; conocen las bases teóricas, neurológicas y anatómicas de los distintos problemas de lenguaje y aprendizaje y por lo tanto saben cómo abordarlos.
Los terapeutas de lenguaje estudiaron entre 4 a 5 años todo lo relacionado a los procesos de habla, lenguaje, comunicación y aprendizaje; conocen las bases teóricas, neurológicas y anatómicas de los distintos problemas de lenguaje y aprendizaje y por lo tanto saben cómo abordarlos.
