Trastorno del espectro autista
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno
neurológico cuyas características se presentan desde la primera infancia y
continúan a lo largo de la vida de la persona. Se presenta en cualquier grupo
racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en
las niñas.
De acuerdo a un reciente estudio llevado a cabo por Eric
Fombonne de la Universidad McGill Health Centre, de Canadá, en colaboración con
la Clínica Mexicana de Autismo http://www.jornada.unam.mx/2016/04/28/sociedad/036n1soc en México uno de cada 115 niños es
diagnosticado con TEA.
De acuerdo con el DSM-V, la quinta edición del Manual de
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana
de Psiquiatría, el Trastorno del Espectro Autista se diagnóstica de acuerdo a
los siguientes criterios:
1. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos.
Esto se refiere a dificultades en el uso e interpretación de la comunicación verbal y no verbal (anomalías en el contacto visual, del lenguaje corporal, de la comprensión del lenguaje, en el uso de gestos, etc.), ausencia de la reciprocidad social (toma de turnos, iniciativa en entablar conversación, etc.); y dificultad para desarrollar, mantener y comprender las relaciones con los otros (juego simbólico, interés en otras personas, comportamiento esperado de acuerdo al contexto, etc.).
2. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
a) Estas conductas deben de manifestarse el al menos dos de los siguientes puntos:
b) Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos.
c) Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal.
d) Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés.
e) Hiper- o hiporeactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno.
3. Los síntomas deben estar presenten en la infancia temprana.
Las características antes mencionadas han de presentarse desde las primeras fases del desarrollo del niño, en ocasiones los síntomas pueden manifestarse por completo hasta que las demandas del entorno exceden las capacidades del niño.
Es importante señalar que de acuerdo a la quinta edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM – V), las alteraciones descritas anteriormente no se deben a una discapacidad intelectual o al retraso global del desarrollo.
Para establecer un diagnóstico y realizar una intervención habilitadora o rehabilitadora se necesita de un equipo multidisciplinario de trabajo que frecuentemente consiste en pediatra, neuropediatra, terapeuta de lenguaje y psicólogo. Para poder confirmar o desechar que el niño presente TEA es necesario llevar a cabo una serie de estudios tanto médicos (tomografías, electroencefalogramas) como psicológicos (inventarios de comportamiento como IDEA o CARS).
Si sospechas que tu hijo o hija presenta algunas características del Trastorno del Espectro Autista es importante que acudas con los especialistas (pediatra, neuropediatra, terapeuta de lenguaje, psicólogo) para que lo valoren y establezcan el diagnóstico adecuado.
